Un observador,
es un pintor crepuscular,
infatigable e incansable buscador de la verdad ,
es un mendigo del tiempo ,
insaciable y hambriento de un eco de brevedad ,
es la razón latente del no ser
inhalando su mismo aire y bebiendo su propia sed
pero, cuando esta a un paso de extinguirse la luz...
Pinta ,
pinta con trazos de memoria al desnudo,
pinta con voces olvidadas de otros mundos
pinta con el anhelo ferviente ,de casi pertenecer
y con el sonido orgulloso de las violetas al florecer
pinta con su lengua de hueso ,los latidos del mar.
y la voz de los truenos, con la ferrosa prosa de su ser animal,
Pinta el canto de la montaña, sobre un blanco lienzo infiel .
y las pisadas de la noche, con el trémulo ritmo de su piel
Pinta un cuadro que jamás envejece,
y un árbol centenario, que nunca morirá
pinta en el corazón de tierra ,las raíces retorcidas de la soledad
Pinta el cause semi-vacío de un sedentario rio invernal,
y con el temor acorralado en las venas ,pinta los limites de la verdad,
Pinta una lluvia etérea, de ilusiones y ofrendas blancas,
y el bello contorno sin rostro de una silueta sin nombre.
pinta una insondable canción de viento, que roe la forma
y el humedecido perfil de la piedra insomne.
Un observador,
es un pintor crepuscular,
que se nutre de sosiego existencial
y con un indómito resto de honestidad.... pinta,
pinta la sincera libertad de algunos amantes perpetuos,
y el llanto silente de unas manos, que se abrazan sin gemir,
pinta un espejismo errante en los confines de una quimera,
y el manso beso narcótico , de la amapola a medio latir.
Pinta el ocaso de su próxima muerte, migrando serena hacia el oeste.
Pinta y agoniza sin remordimiento, encadenado a su horizonte carmesí .
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