Largamente y en silencio, llorarás ,
la muerte viva del gélido fuego ,
que a tiro de lanza, se clava en tu
pecho,
Hincando el insomnio, amordazando el
poniente ,
urgente de voces, de cantos y de lluvia
rezagada.
Buscando abrigo en la garganta
o en los azotes de persianas
laceradas.
Golpeando los poros sin restricciones,
al ritmo benévolo de un corazón de
ébano ,
que respira revividas muertes ,segando
cristales,
enmascarando el caoba de la bruma
crepuscular,
Largamente y en silencio, llorarás
la muerte viva de un pájaro
petrificado,
llorarás la verdad desértica,
llorarás los muros,
los libros,
los filos de espada ,
el silencio,que grita como vendaval en
la garganta.
Lloraras la voz, la palabra y la lluvia
pasada,
llorarás al extraño que habita en tu
espejo,
llorarás la memoria y la desmemoria,
llorarás seco de lagrimas, poeta,
por que tus ojos ,
ven mas allá de llanura
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