Se
aprieta la sombra de mi cuerpo.
Me
transpira.
Me
asfixia.
Me
delira.
Me
rodea como muros de ladrillos huecos,
entre
lineas y círculos
camuflados
de humanidad.
Un
plano indice me señala,
y
un claro de luna ataca de fondo,
visto
con un zapato rojo
y
otro,levemente roto...
un
cíclope alunar...o anular, me observa,
mientras
busco un traje de paz,
entre
los saldos...
de
una tienda de armonías.
Cuadricula
una imagen...no me seduce,
pero
se interpone en mi mirada,
haciéndome
zigzaguear,
sobre
la palma desierta de mi mano,
mis
brazos, mi omóplato,
mi
cuerpo entero se reseca
de
incoherencias infectadas,
en
parpados partidos
y
en viseras hervidas o heladas
Este
baldío que me posee ,
no
es mas,que un desierto
de
inútil compañía
en
esta muerte desmedida
que
roe mi carne..
día
tras días.
Me
palpa la esencia de la vela,
y
no hay llama que supere,
la
trampa de la llaga.
Me
duele la pena...me duelen las ganas.
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