sábado, 6 de noviembre de 2010

Un sueño alfarero

Hoy solo quería dormir, agotada de pensarte el día entero,
Y a mitad de la noche, irrumpes en mis sueños,
Rodando y girando, en un indestructible carrusel de divagaciones,
Torrente inmaterial de todas mis voluntades,
Entre las sombras, te apareces
Eras un roble, que se asía a mis cimientos,.
Tus raíces perpetraban  el estrecho suelo mío,
Equilibrio perfecto, de tu tronco y de mi tierra,
Te aferrabas, crecías, y florecías en mí,
Flores de nácar, regalo perfecto,
para el áspero suelo que ya nada espera.
Y te hacías viento, y formabas oleajes,
En las mareas de mi cuerpo,
Y silbabas lento,  tus versos a mi oído,
Me besabas de las formas más diversas y espontáneas,
Y como hojas de otoño me llevabas,
A través de los tiempos, al amanecer de los sueños,
eras gotas de agua, lágrimas de rocío, luz y lirios.
Eras manos, y las pinceladas de tus letras,
Delineaban mi cuerpo con tu pluma,
Y con tus caricias de alfarero me hiciste llorar
Te observaba extasiada, en una quimérica fantasía,
mientras mi  ensueño dorado se desvanecía con el alba,
Ruego, grito, suplico, no despiertes!
Por favor..no despiertes!
Y amanezco sola, sudorosa, febril,
Y permanezco inerte en el silencio,
Has partido, pero has hecho poesía en mí y dentro de mí.
Ya no puedo oírte, solo sentir el sonido de tu ausencia,
Ya no puedo acariciar tus labios, solo he soñado tus besos
Lo que si puedo, es escuchar la melodía de tus versos,
Aun cuando estés lejos, y seas todo nostalgia.
Hoy no quería escribir, y no puedo,
Mis palabras hoy descansan, tengo sueño.

                                   Tuya, cynthia

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