El artista del trapecio,
de las artes animadas,
la mas asombrosa,
se ensaya y se proyecta
requiere pulirse día a día,
pasa noche enteras practicando y mejorando,
vivir, no debería ser complicado para el,
a veces ayuna , para diminuir alguna carga,
otras, hace exhibiciones nocturnas, de prudencia absoluta,
donde todos miran , boquiabiertos, expectantes y en silencio.
Callado y quieto , como se alza una montaña,
Una escalera rala, unida a las cuerdas, lo sostiene,
Y redes de polvo lo acompañan,
la línea horizontal , lo balancea caprichosa.
Se enciende la oscuridad y da rienda al espectáculo,
Su presencia examina y el resto, examina su presencia
En ciclo experimental busca y rebusca,
Mientras la partitura lenta, ejecuta la función,
Derramado por el viento, el ritmo de las luces y el rigor fractal.
A veces esta arriba y otras abajo,
La ilusión, es la canción del trapecista,
Suspendido en el aire al filo de la locura
Y en un gran salto mortal,
la luz acaricia su universo,
Con placer mira desde la altura,
y permanece, en constante peligro de caer…
Su corazón, es indomable, suicida y apasionado,
Deshace el mundo en cada giro o pensamiento,
Preso de sus principios, libre de sus prejuicios
Amante del riesgo, amante del amor,
La supervivencia, es su mejor función,
Desata sensaciones y sueños, en su vuelo absoluto,
Es parte de un todo, y todo es parte de el,
Su existencia se vuelve brisa en la acrobacia,
Danza de la mano, depositando su vida en la confianza,
Sus pies descalzos y su cabeza en los cielos o en las nubes,
Abrazado por un arnés a su cintura,
Besando fascinado, la boca del destino.
No perder de vista…no siempre es ver.
Escuchar…no es siempre atender,
Lamentarse.. no siempre es sentir..
Andar solo.. no es soledad,
Ni ser feliz…es sonreír
Que quien sepa…entenderá…
Que este es el poema del vivir,
de un trapecista…amante, de la sin razón
cynthia busca
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